Este sistema está constituido por 206 huesos y están unidos entre sí por más de 600 músculos, ligamentos, tendones y cartílagos. En conjunto permiten el movimiento, proporcionan el soporte al resto de los órganos y nos protegen de lesiones en los órganos internos.

Los huesos están compuestos de numerosos minerales como el Calcio y el Fósforo, estos contribuyen a la solidez del hueso y mantienen saludables los tejidos conectivos del interior "médula ósea"; encargada de la producción de glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas.

El Sistema Nervioso es el más completo de todos los que conforman el cuerpo humano y asegura, junto con el Sistema Endocrino, todas las funciones de control del organismo. Este coordina los demás sistemas para funcionar de manera correcta, captan estímulos medioambientales y elaboran respuestas y comportamientos, mediante la estimulación de los músculos y las glándulas apropiadas.

Su constitución anatómica es muy compleja, y las células que lo componen, a diferencia de las del resto del organismo, carecen de capacidad regenerativa. Por lo tanto es importante mantener una buena nutrición para reducir la pérdida de estas por carecer de los nutrientes que las mantienen saludables.

Este sistema está integrado por tejidos corporales como la piel, cabello, uñas, glándulas sudoríparas, sebáceas y múltiples tejidos internos que recubren nuestros órganos. Tiene una función protectora y sensorial en todo nuestro organismo.

Si queremos tener una piel saludable y lucir bien, debemos nutrirla desde adentro con una correcta alimentación.

Este sistema mantiene protegido al cuerpo de los agentes externos que están en nuestro entorno. Trabaja constantemente en mantener un equilibrio saludable entre el cuerpo y el ambiente. Está alerta en todo momento para generar los anticuerpos adecuados para contrarrestar los virus y bacterias que nos pueden causar enfermedades.

Está compuesto por órganos difusos dispersos por la mayoría de los tejidos del cuerpo: aproximadamente un billón de células conocidas como linfocitos y cerca de cien trillones de moléculas conocidas como anticuerpos, que son producidas y segregadas por los linfocitos.

La capacidad especial de Sistema Inmunológico es el reconocimiento de estructuras y su misión consiste en patrullar por el cuerpo y preservar su identidad. Para tener un verdadero escudo contra las enfermedades, es de suma importancia nutrir de manera específica a nuestro Sistema Inmunológico.

Nuestro Sistema Digestivo es el mecanismo que tiene el cuerpo para degradar los alimentos a nutrientes, para ser canalizados y asimilados de una forma más eficiente.

Se conforma por la boca, tráquea, estómago, intestinos, hígado, etc. En estos órganos se llevan a cabo diferentes procesos para degradar los alimentos y después asimilarlos y utilizarlos en todas las actividades de nuestro organismo.

Si mantenemos saludable nuestro Sistema Digestivo procesaremos los alimentos con más eficiencia e incrementaremos nuestro índice de absorción de nutrientes con los mismos alimentos que ingerimos.

El Sistema Sensorial es el responsable de procesar todos los estímulos externos de nuestro entorno, que son obtenidos por órganos especializados como los ojos, oídos, piel, lengua y nariz.

Todos los órganos de los sentidos tienen algún componente de "naturaleza nerviosa", por lo que deben transformar el estimulo externo a impulsos nerviosos que alcanzarán un área específica del cerebro para desencadenar una reacción.

Cada órgano de nuestro Sistema Sensorial requiere de nutrientes esenciales para desempeñarse de manera correcta y desencadenar reacciones más precisas.

El sistema circulatorio consiste en una serie de tubos ramificados llamados arterias y vasos sanguíneos, estos están por todo nuestro cuerpo y su función principal es transportar las células sanguíneas que son bombeadas por nuestro órgano impulsor: el corazón.

Estos órganos sirven para llevar los alimentos y el oxígeno a las células, y para recoger los desechos metabólicos que se han de eliminar después por los riñones, en la orina, y por el aire exhalado en los pulmones.

Nuestro corazón es nuestro motor de vida y nutrirlo de manera adecuada incrementará su salud y por lo tanto puede prolongar la longevidad.