Poder Antioxidante
Las más poderosas defensas del organismo contra los radicales libres
Los antioxidantes son una de las más poderosas defensas del organismo contra los radicales libres, que son pequeñas moléculas que se producen durante los procesos metabólicos normales. La producción excesiva de radicales libres daña las células y sus componentes, incluido el ADN celular, y se cree que tiene un papel fundamental en el proceso de envejecimiento, el cáncer y en muchas enfermedades degenerativas y relacionadas con la vejez.
El llamado alimento de Dioses por nuestros antepasados, mejor conocido como chocolate, tiene increíbles beneficios a la salud, varios datos históricos sugieren que el cacao ha sido utilizado con finalidades curativas desde hace más de tres mil años y los primeros que utilizaron este tesoro de la naturaleza fueron las antiguas civilizaciones Mayas y Aztecas, tras su introducción en Europa posteriormente también se utilizó en la Edad Media. Se han registrado más de 100 usos medicinales del cacao y el chocolate, entre los que se encuentran tratamientos para el cansancio, la delgadez extrema, la fiebre, la angina y los problemas cardíacos, la anemia, la falta de aliento y los problemas renales e intestinales.
El chocolate, protege al corazón y no solo en los días con depresión, sino que también combate las enfermedades cardiovasculares por ser un manjar de antioxidantes de excelencia, posee un alto contenido en flavonoides que actúan eliminando los radicales libres de las células y limitando así el daño que pueden causar, reduciendo el riesgo de padecer muchas enfermedades crónicas como el cáncer, la apoplejía, las enfermedades cardiacas coronarias y combate el envejecimiento.
Los flavonoides del cacao tienen un efecto protector de la salud cardiovascular por su capacidad de alterar varios procesos patológicos que intervienen en el desarrollo de la ECV. Tienen la propiedad de:
• Inhibir la oxidación del colesterol LDL (o colesterol “malo”) por los radicales libres, un primer paso importante en la formación de la placa aterosclerótica.
• Combatir la tendencia de las pequeñas células sanguíneas denominadas plaquetas a agregarse y formar coágulos sanguíneos. Esto suele compararse al efecto de la aspirina.
• Regular las respuestas inflamatoria e inmunológica de las paredes de los vasos sanguíneos, que pueden ser anormales en caso de ECV.
• Regular el tono vascular o grado de constricción de los vasos sanguíneos, que contribuye a aumentar la presión arterial.

